Centro de Tratamiento de la ludopatía y la
Adicción al juego

Hasta hace unos años, las máquinas tragaperras eran (y siguen siendo) un símbolo de las apuestas y los juegos de casino. Su difusión estratégica en distintos sectores de la sociedad ayudó a crear un hábito cotidiano que aún hoy perdura.

Todo empezó como una forma de entretenimiento y un intento que, de vez en cuando, te daba una alegría en forma de premio. En aquel entonces, las máquinas tragaperras funcionaban sólo con monedas y eso limitaba las posibilidades de caer en la ludopatía. Pero ahora aceptan todo tipo de medios de pago, tarjetas incluidas por lo que el riesgo es cada vez mayor.

Actualmente el sistema de máquinas de apuestas se ha perfeccionado. Los fabricantes diseñan aparatos que incitan a jugar, con recompensas visuales y auditivas estimulantes que incitan a seguir gastando dinero. 

Pero hacer caso a la máquina y seguir metiendo dinero puede conducir a problemas psicológicos, ansiedad, estrés y, por último, la temida adicción al juego. 

Es importante conocer el camino que nos ha llevado a la adicción. Sólo así podremos desandarlo y recuperar nuestra vida.

Tras nuestra experiencia como Centro de Tratamiento de la Ludopatía, hemos concluido que hay patrones que se repiten en los adictos y ello nos lleva a deducir los riesgos y las causas de la adicción al juego que lleva al ingreso en nuestro centro de tratamiento de la ludopatía:

• Facilidad de Acceso: Las tragaperras están por todas partes. Bares, gasolineras, cafeterías, hoteles, casinos… afluencia de turistas y tráfico. De esta forma, la tentación está presente en todo momento. Ya no hablamos de las apuestas online, que llevas el casino en el móvil.
• Relación entre juego y bebida: La bebida envalentona a las personas y facilita su inicio en el juego a través de las máquinas tragaperras. Esta combinación desactiva el autocontrol y activa el impulso convulsivo. 
• Uso de incentivos: muchas personas que están pensando cómo dejar de fumar creen que es imposible deshacerse de su impulso. Estas máquinas utilizan música, sonidos y luces en secuencias y patrones específicos para aumentar su actividad fisiológica. Como resultado, existe un alto nivel de tensión emocional que atrae a todos los usuarios de forma inconsciente. El diseño de estas máquinas se basa en parámetros que buscan generar el mayor “enganche” posible posible.
• Se necesita poco dinero: Se puede empezar con monedas muy pequeñas para que los jugadores se olviden de lo gastado y acaben apostando cada vez más dinero. Tiempo de juego:
• El tiempo entre apuesta y resultado del juego es muy corto. La ilusión de la recompensa a corto plazo contribuye a la adicción.

Los problemas de juego generalmente comienzan en la adolescencia temprana para los hombres y entre los 20 y los 40 años para las mujeres. Como hemos señalado antes, es un hecho que las nuevas generaciones entran cada vez antes en el juego. Este doble problema, por un lado, el crecimiento de las modalidades de juego y, por otro, un mayor contacto con los menores, ha provocado un aumento alarmante del juego en España.

El juego implica un comportamiento repetitivo. Las personas con este problema tienen dificultad para resistir o controlar las ganas de jugar.
A pesar de las características obsesivo-compulsivas, el juego compulsivo es una situación diferente. Algunos estudios sugieren que la causa principal de la adicción al juego es química. Se ha demostrado que los jugadores compulsivos tienen diferentes niveles de norepinefrina que los no jugadores. Entre los que juegan, el juego ocasional puede conducir al juego habitual.

Además, las situaciones estresantes pueden empeorar los problemas de juego. Como toda adicción, el juego patológico genera altos niveles de ansiedad.

Las personas con juego patológico a menudo se avergüenzan de él y tratan de no contarles a los demás sobre su problema.