Las consecuencias del uso de drogas en la adolescencia pueden llegar a ser devastadoras. Y es que los jóvenes que abusan de sustancias desarrollan disfuncionalidades en su comportamiento que puede generar problemas de3 todo tipo. Desde conflictos escolares o de integración hasta problemas legales. Además, existen consecuencias para los miembros de la familia, la comunidad y toda la sociedad.
En este artículo vamos a estudiar las diferentes consecuencias del consumo de drogas por adolescentes.
Problemas académicos: Los primeros en manifestarse
La disminución de las calificaciones, el ausentismo escolar y el mayor riesgo de abandono escolar son problemas asociados con el abuso de drogas en adolescentes. Hawkins, Catalano y Miller (1992) desvelan investigaciones que concluyen que un bajo nivel de compromiso con la educación y tasas de absentismo escolar más altas parecen estar relacionados con el uso de sustancias entre adolescentes. Los problemas cognitivos y conductuales experimentados por los jóvenes que consumen alcohol y drogas pueden interferir con su rendimiento académico y también presentar obstáculos para el aprendizaje de sus compañeros de clase.
Consecuencias físicas del uso de drogas en la adolescencia
Entre los efectos físicos del consumo de drogas entre jóvenes y adolescentes destacan los accidentes, discapacidades físicas y enfermedades y posibles sobredosis.
Los adolescentes que abusan de las drogas tienen mayor riesgo de suicidio y accidentes (de tráfico o domésticos). Además, son más vulnerables a todo tipo de enfermedades ya que sus defensas se debilitan.
El porcentaje de adolescentes atendidos en urgencias por problemas con las drogas aumenta todos los años y cada vez es menor la edad del primer contacto con estas sustancias.
Por otro lado, las muertes relacionadas con el alcohol y drogas en accidentes de tráfico han disminuido. Pero los jóvenes siguen copando los primeros puestos en las estadísticas.
Estos son sólo algunos ejemplos que ilustran las consecuencias del uso de drogas en adolescentes. Como vemos los efectos afectan a los individuos, pero también a sus familias y a la sociedad en general.
Efectos del consumo de drogas sobre la salud mental de los adolescentes
Los jóvenes que abusan de las drogas tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, entre los que destaca la ansiedad, depresión, trastornos de conducta, intentos de suicidio y suicidio.
Además, el abuso de marihuana, cada vez más común entre los jóvenes, puede interferir con la memoria a corto plazo y el aprendizaje. Esto puede producir retrasos en el desarrollo y otros trastornos psicosociales.
Alteración de las relaciones con compañeros
Los adolescentes que abusan de las drogas suelen autoexcluirse del resto de compañeros. Limitan su vida social a círculos relacionados con el consumo. Con el tiempo, este aislamiento se vuelve contra ellos y suelen ser excluidos y estigmatizados por sus compañeros.
Además, a menudo se desvinculan de las actividades escolares y comunitarias, privándoles de su normal desarrollo social y generando complejos que acaban estallando con el paso del tiempo.
Consecuencias del uso de drogas en adolescentes sobre la familia
La familia suele ser la que más sufre las consecuencias del consumo de drogas por los adolescentes.
El abuso de drogas por parte de los jóvenes puede desembocar en crisis familiares y poner en peligro muchos aspectos de la vida familiar. A veces provocando situaciones de disfunción familiar. Tanto los hermanos como los padres se ven profundamente afectados por los jóvenes involucrados en el consumo de drogas. El abuso de sustancias puede agotar los recursos financieros y emocionales de una familia.
Consecuencias sociales y económicas
Las consecuencias del consumo de drogas entre adolescentes pueden superar el ámbito individual y familiar. El abuso de sustancias en la juventud puede llegar a tener profundas implicaciones tanto en el ámbito social como en el económico. Este impacto se manifiestan a través de diversas formas.
- La primera de ellas sería el déficit de capacidades de socialización. Algo que afecta al individuo pero también a familiares y amigos.
- En segundo lugar, en el ámbito económico, tenemos la necesidad de dinero para comprar drogas. Este problema suele llevar a gastar más de lo que se ingresa y vienen los problemas para conseguir más dinero.
- Y por último, en ocasiones, la necesidad de dinero, lleva al adolescente a delinquir para sufragar el gasto.
Todo esto produce un malestar generalizado en la comunidad y una crispación en la convivencia.
Delincuencia
Hay un vínculo innegable entre el abuso de drogas y la delincuencia. Esto no significa que todos los adolescentes que consuman drogas sean delincuentes. Sin embargo, es frecuente que algunos cometan pequeños hurtos y trapicheos para pagarse el vivio.
Por tanto, el arresto e ingreso en un centro de menores es una posibilidad real.
Existen evidencias sólidas que asocian el consumo de drogas y el comportamiento delictivo de los jóvenes. Normalmente son delitos menores para generar ingresos pero el abuso de sustancias está asociado también a delitos violentos y, muy importante, con delitos de carácter sexual.
Las pandillas, el tráfico de drogas, la prostitución y el creciente número de agresiones se encuentran entre los problemas sociales y de justicia penal que suelen estar vinculados al abuso de sustancias en la adolescencia.
Ya en el siglo pasado, las estadísticas reflejaban que, en EEUU, el 82% de los menores de 18 años condenados en causas penales eran consumidores de drogas, mientras que el 39% habían cometido el delito bajo los efectos de alcohol o drogas.
Los usuarios habituales de drogas, según estos estudios, tenían más probabilidades de cometer delitos contra la propiedad que los no usuarios. Además, los jóvenes que traficaban con drogas tenían tasas más altas de delitos contra la integridad de las personas. Tenían también más probabilidades de cometer robo o vender drogas mientras las usaban o buscaban obtenerlas.
Conclusión
Como acabamos de ver, el uso de drogas en la adolescencia conlleva graves consecuencias de salud, económicos y sociales. Desde problemas familiares hasta delincuencia juvenil y dificultades académicas, el impacto es extenso. Estas repercusiones no solo afectan al individuo, sino también a la familia, la comunidad y la sociedad en su conjunto. Es esencial abordar este problema de manera integral para mitigar sus efectos devastadores a largo plazo.